noviembre 13th
Los datos clave de Donald Trump
La pesadilla se ha hecho realidad. Todavía estamos tratando de asimilar un golpe que ha causado una conmoción de proporciones planetarias. Contra todo pronóstico, Donald Trump ha ganado las elecciones y será el 45º presidente de Estados Unidos a partir de enero. A estas alturas, eso ya lo saben todos ustedes aunque, como yo, no terminen de creérselo.
Lo que quizá no todos sepan son algunos de los datos que explican el triunfo de Donald Trump (me da escalofríos escribir esa frase) y otras cifras que pueden ayudarnos a hacernos una idea de lo que nos espera al mundo durante, al menos, los próximos cuatro años. Me he tomado la molestia de recopilar las más relevantes para echar un cable a mis lectores en tamaña labor.
– 216.338 votos. Es la ventaja que Clinton le ha sacado a Trump. Y es la cuarta vez que ocurre en la Historia; la última, en el año 2000 a favor de George W. Bush. ¿Por qué entonces no ha sido ella la presidenta? Por el sistema de colegio electoral vigente en Estados Unidos. A grandes rasgos, el colegio electoral es un conjunto de 538 compromisarios o electores. Los votantes no votan directamente a un candidato, sino a los electores, que son los encargados de elegir al presidente y al vicepresidente. En la teoría, cada elector puede votar al candidato que quiera, pero en la práctica se compromete de antemano a votar por uno en concreto. Cada Estado tiene asignado un número de electores, que es igual al número de senadores y representantes que cada Estado posee en el Senado y la Cámara de Representantes (las dos cámaras que componen el Congreso estadounidense, con 100 y 435 miembros respectivamente). Pero la clave está en que el candidato más votado en cada lugar gana todos los votos que corresponden a ese Estado. Por eso son más importantes algunos Estados que otros y por eso las campañas electorales americanas no se centran en ganar muchos votos, sino en ganarlos en los Estados clave. Así, por ejemplo, para estas elecciones, California (feudo demócrata) contaba con 55 votos electorales, mientras Texas (feudo republicano) contaba con 38. Son los dos Estados que más votos poseen. En el otro extremo de la balanza, el Distrito de Columbia (donde se ubica la capital, Washington DC), Alaska o Montana cuentan tan sólo con 3. Pueden ver todos aquí.
– Resulta curioso que Trump dijera en las elecciones de 2012, donde se reeligió a Obama, que el sistema del colegio electoral era dañino para la democracia. Es exactamente el sistema que le ha permitido alzarse como vencedor esta vez:
– 0,8%. Es el total de población hispana que tiene el Estado de Virginia Occidental, el que más porcentaje de voto (69%) ha registrado para Donald Trump. Es el índice de población hispana más bajo del país. Los asiáticos son aún menos: un 0,6%. En el otro extremo, en California, que es el Estado más poblado y tiene un PIB como el de Brasil, ya viven más hispanos que blancos.
– Un millón. Es el techo de población con el que ha chocado Trump. El candidato republicano no ha ganado en ninguna ciudad con una población superior a esa cifra.
– En cambio, Trump ha ganado en todos los lugares con más del 70% de la población sin estudios universitarios.
– 11 millones de personas indocumentadas viven hoy en Estados Unidos. De ellas, actualmente trabajan unos 8 millones, lo que supone un 5% de la masa laboral del país. Hoy mismo, Trump ha anunciado que deportará o encarcelará a tres millones de indocumentados de inmediato. Pero eso será técnicamente imposible si no amplía el funcionariado (su intención es reducirlo para hacer el Estado más pequeño), ya que a día de hoy, existen 500.000 expedientes por resolver y supondría multiplicar por cinco esa carga.
– Medio millón. Es el número de personas que, según el Departamento de Interior, cruzan cada día de manera legal por los 25 puertos de entrada que existen entre México y Estados Unidos. En total, ambos países comparten 3.185 kilómetros de frontera.
– Ford emplea siete veces a más empleados en sus plantas de fabricación de automóviles en EE.UU. que en México. En concreto, 50.210 en el país anglosajón frente a los 7.378 del gran vecino del sur. Pese a ello, Trump ha recogido el guante de la idea que asegura que la globalización en general y el Tratado de Libre Comercio (TLC) en particular, firmado con México y Canadá, perjudica seriamente a los trabajadores estadounidenses. Entre las medidas proteccionistas que Trump anunció en campaña está el abolir el TLC, el TTP (que crea un área de libre comercio a ambas orillas del Pacífico) y subir los aranceles a los productos chinos hasta el 45%.
– Detroit. La capital del Estado de Michigan se ha convertido en el paradigma económico preferido de los republicanos contra Obama. La que otrora fuera la capital del automóvil en Estados Unidos comenzó su decadencia con la deslocalización de las fábricas en la década de los 80. Pero no fue hasta 2013 que se declaró en bancarrota, coincidiendo con la presidencia de Obama. Y, aunque también durante la era Obama salió de esa bancarrota (en diciembre de 2014), ¿saben cuál ha sido uno de los seis estados arrebatados por los republicanos a los demócratas en estas elecciones? ¡Exacto! Michigan.
– 20 millones de personas son las que hoy se benefician de una de las medidas estrella del presidente saliente: el Obamacare (formalmente, Affordable Care Act). Este plan de salud ha sido uno de los objetivos preferidos por Trump, que en campaña ha dicho que eliminaría y que, una vez electo, ha asegurado que sólo modificará. Si finalmente se tumba Obamacare, según la Robert Wood Johnson Foundation y el Urban Institute en 2021 habrá 24 millones de personas sin seguro médico, de las cuales, el 80% pertenecerán a familias trabajadoras.
– 100 días. Es el plazo en el que Trump prometió en campaña que acabaría con Estado Islámico, fundado según él por Barack Obama. Si cumple con lo prometido, lo hará bombardeando con más inteligencia, no con más tropas. Los líderes de los servicios de inteligencia ya advirtieron que Trump en la Casa Blanca supondría un riesgo global.
– 3,59% de su PIB es lo que EE.UU. dedica a defensa. Es el miembro de la OTAN que más recursos invierte en ello, frente a una media del 1,45% de los socios europeos. Trump cuestiona la defensa aliada, por la cual todos los miembros de la OTAN (28) asisten a cualquier integrante que se vea atacado, y el pasado verano dijo querer condicionarla al aporte económico de cada miembro de la alianza.
– Sin embargo, la única vez que se ha puesto en marcha el artículo nº 5 del Tratado de la OTAN ha sido precisamente para beneficiar a EE.UU. Fue así como se enviaron soldados europeos a Afganistán después de los atentados del 11-S.
– David Duke. Es el nombre del ex-líder del Ku Klux Klan que lleva días celebrando en Twitter la victoria de Donald Trump. En Carolina del Norte celebrarán una marcha por su victoria el próximo 3 de diciembre. Los neonazis griegos de Amanecer Dorado también le han felicitado por Twitter.
– Un 14% de la población LGBT ha votado a Donald Trump, pese a que su candidatura incluía como vicepresidente a Mike Pence, conocido por firmar en Indiana una ley que permitía no atender a los homosexuales en los comercios, alegando motivos religiosos, y por estar a favor del electroshock como medida de conversión de los homosexuales en heterosexuales.
Estas son sólo agunas cifras. Pero hay muchísimas más. Y detrás de cada una de ellas hay un montón de personas con miedo: a ser expulsado pese a trabajar y contribuir a la economía, a ser engullido por una enfermedad cuya cura no puede pagar, a ser atacado por unos conciudadanos llenos de odio hacia las minorías sexuales, a ser objeto de discriminación, acoso o burla sexual por el hecho de ser mujer… Estados Unidos ha comenzado a partirse en dos oficialmente esta semana. Y todos los datos indican que Europa va por el mismo camino.