mayo 19th
La grasa mata
En realidad, y puesto que ningún alimento es tóxico, todo es cuestión de educación. Es decir, de cómo se alimenta uno. Comer es, a fin de cuentas, mucho más que una manera de sobrevivir. Es una extensión cultural y, como tal, está influida por el bagaje de cada persona. Se puede educar. Y la educación empieza en casa. A nadie le va a matar una magdalena un domingo o unas pizzas con los amigos. El problema es cuando las magdalenas o las pizzas están presentes cada día. Muy obvio… o no tanto para buena parte de la población.
En el otro extremo de la balanza, una parte de la sociedad cuenta las calorías de cada grano de arroz que se mete en la boca y rechaza cualquier cosa que no lleve la etiqueta ‘cultivo ecológico’. Una demanda en aumento que, en plena recesión, ha hecho florecer una boyante industria. No es más que el viejo fenómeno de acción-reacción.