marzo 7th
Lengua de macho, lengua de hembra
Esta semana ha ocurrido algo que me ha alegrado entre tanta desgracia. Por fin el castellano ha sido el centro de un debate en los medios de comunicación sin ser sinónimo de nacionalismo cateto alguno. Eso sí, otro movimiento social desde mi perspectiva mal entendido, se ha encargado de adulterarlo. No todo puede ser perfecto.
La cuestión es que la Real Academia Española ha publicado un informe en el que contradice las propuestas lingüísticas de toda una retahíla de guías editadas en los últimos años que claman por la visibilidad de la mujer en la lengua. La RAE, que, todo sea dicho, está compuesta en su mayoría por auténticos carcamales, asegura que lo expuesto en tan bienintencionadas guías entorpece y empobrece el habla. Y no le falta razón.
La lengua es un organismo vivo en continua evolución (o en continuo cambio, mejor dicho), lo que no quiere decir que esté al servicio de las ocurrencias de nadie en particular, por muy buena voluntad que estas ocurrencias contengan. La lengua la moldean todos aquellos que la escriben y, sobre todo, que la hablan. Y algunas de las palabras que proponen las feministas (que no feminazis, Reverte) sencillamente no pueden pronunciarse y es por eso que están abocadas al fracaso. El movimiento 15-M, tan necesario y tan representativo del hastío popular ante la injusticia, utilizó la equis como sustituta de la vocal de género en los sustantivos. Pero ya me dirán ustedes cómo demonios se pronuncia la palabra indignadxs.
La autora de una de estas guías fue mi profesora de lengua en la Universidad. Uno de los ejercicios obligatorios en su asignatura fue localizar errores en prensa. ¿Y qué hizo esta señora con los miles de errores localizados por decenas de sus alumnos? Pues editar un libro con muchos ejemplos de errores en prensa. Eso es lo preocupada que estaba por la igualdad y la justicia. Lo siento, pero lo decía o estallaba.
Las guías de lenguaje no sexista, elaboradas casi siempre sin la participación de los lingüistas, proponen así unos usos totalmente ajenos a las prácticas de los hispanohablantes. En muchos casos contravienen normas de gramática perfectamente asentadas. Y confunden deliberadamente género y sexo.
Pero el mayor error que cometen dichas guías no es ninguno de los antes mencionados, sino intentar normativizar el lenguaje, cuando eso no es función ni siquiera del DRAE. Tanto los diferentes diccionarios de español como las ortografías de los países hispanohablantes tienen la labor de recoger (y no de imponer) usos lingüísticos asentados. ¿Por qué hemos de decir ‘jueza’ si la palabra ‘juez’ es neutra y sólo el artículo que la precede le otorga el género? Bien es cierto que la lengua es el modo de comunicarse de una sociedad, y que si esa es sociedad es machista, como por desgracia lo es la nuestra, hay usos machistas de la lengua. El problema pues está en la sociedad, y es en ella donde se ha de incidir para acabar con el machismo.
El feminismo es otra cosa, pero en cualquier caso, el debate social despertado en torno a este tema ha sido un soplo de aire fresco entre tanto gris de política mediocre y economía apocalíptica. Espero que haya muchos más.
comment-971
Estoy de acuerdo.
Además este es uno de esos temas en los que absolutamente todo el mundo opina, incluso quienes nunca jamás habían dedicado 5 minutos a pensar sobre la lengua.
A mí me pone bastante nervioso que en este debate se mezclen el género (de las palabras) y el sexo (de las personas) como si fueran la misma cosa.
Por otra parte, me ha hecho mucha gracia que recuerdes aquel trabajo de Lengua en la facultad.
Muy astutamente la profesora nos pidió que escribiéramos el trabajo a mano. ¡Claro! Ahora nadie tiene pruebas de que se aprovechó de nuestro esfuerzo.
Un abrazo
comment-970
En tu título te refieres al género y luego en tu texto haces referencia al neutro. Bien, pero es un terreno de la lingüística, que no sólo está formada por el Uso de sus hablantes. No podemos olvidar la Norma, que es también importantísima en ella.
En Lingüística Comparativa, por ejemplo, vemos palabras en francés que son también determinadas por un artículo, pues algunas son femeninas y otras masculinas. Y el uso no determina el género de estas palabras, aunque provienen del latín igualmente.
¿Seguimos dando más razones para la discriminación? Si la RAE ha admitido hace poco que se puede decir el cartero y la cartera (da igual que se genere un sinónimo porque hay un contexto), nos podemos adaptar a las normas lingüísticas, amigo Julio, como si de normas de tráfico se tratasen. Lo que hacemos es "enriquecer" nuestro español y no lo contrario. Si la RAE está aceptando miles de voces de Sudamérica y otros territorios ultraperiféricos, ¿quiénes somos nosotros para negar ese uso? En otras lenguas que no tienen ninguna Academia ni normativa (la hacen los hablantes como tú dices) han tenido que ceder (caso de el inglés británico vs. inglés americano) le pese a quien le pese.
Ahora mismo se están hablando miles de dialectos distintos del castellano. No se puede negar esa realidad. Evoluciona, tal cual afirmas. En tal caso es la Gramática la que fija la Norma, pero trato de hacer entender de que esas normas vienen a ser lo que se empezó diciendo "políticamente correcto".
El problema es que ya apenas se lee lo suficiente y se cree que la única vía es el habla, cuando hay otras muchas. Otra vez tropezamos con la misma piedra: lo que los grandes medios digan y a callar. No sólo se trata de eso, hay un contexto, es algo mucho más complejo y nos lo están simplificando (piensa en los pequeños y cómo se adquiere una lengua, cómo se tiende a conjugar y a decir "yo cabí, tú cabiste"… Poco tiempo y mucho interés en hacer desaparecer los libros y la cultura. Dentro de poco, signos ¡Bendito debate!
"El femenino jueza lo registra por primera vez el diccionario de la RAE de 1992. Pero como juez viene registrado como ambiguo, la RAE nos ofrece las opciones de la jueza o la juez". Manual de Español Correcto II. Leonardo Gómez Torrego Arco/Libros, S.L. 1995. 6ª Edición.
comment-969
Qué interesante.