noviembre 26th
Verdades y mentiras del 20-N
Se podrían escribir, como ya se ha hecho y se seguirá haciendo, muchas cosas sobre este 20-N y el cambio de Gobierno. Estos días he leído barbaridades tanto en los medios de comunicación, cada vez más polarizados ideológicamente, como en las redes sociales, que son ya el campo abonado para decir literalmente lo que a uno le dé la real gana de la manera más impune (me pregunto por qué te pueden cerrar el perfil por mostrar un pene pero no por clamar a favor del fusilamiento de alguien).
Tras unos días en los que he podido reflexionar más en frío, me gustaría compartir con ustedes algunos pensamientos que en ningún caso intentan pasar por verdades absolutas y que les invito a rebatir con argumentos (desde el respeto, que según veo por ahí parece que hay que recordarlo continuamente). A saber:
– El PSOE merecía ser castigado. VERDADERO. No les falta razón a todos los socialistas de verdad cuando aseguran que el PSOE les ha decepcionado porque en su última legislatura ha llevado a cabo una política de derechas. Los recortes no han afectado a las rentas más altas ni a la Iglesia ni a la Corona, instituciones que aún hoy gozan de unos sonrojantes privilegios fiscales. EL PSOE se ha doblegado como uno más ante la Iglesia Católica al no haber revisado el Concordato de 1979 y al no haber abordado la ley de la eutanasia. También ha decepcionado a su electorado más progresista al negarse a reformar la ley electoral.
– El PP merecía este resultado. FALSO. El Partido Popular se ha dedicado en los últimos siete años a boicotear cada iniciativa socialista y a convertir una situación desfavorable en la mejor fuente de la que obtener una mayoría absoluta. Cuanto peor le iba a España, mejor le iba al PP. La labor de la Oposición no es esa, sino vigilar las actuaciones del Gobierno y obrar en consecuencia cuando considere que dicha actuación no es la adecuada. Pero cuando uno invalida por sistema al rival, termina por invalidarse a sí mismo. En concreto, los recortes que Zapatero anunció en mayo de 2010 bajo presión de la UE y que él mismo sabía que significaban su sentencia de muerte política eran la única solución para que España no viviese una situación al borde del colapso como Portugal o Grecia. Y no la ha vivido. Pero era mucho más cómodo oponerse a tales medidas desde el lado contrario con el único objetivo de sacar rédito electoral, olvidando por completo el bien del país para el que se presupone trabajan.
– El PP ha arrasado en votos. FALSO. De hecho, ha logrado 468.935 votos menos que Zapatero en 2008 y en estos años ha ganado sólo 542.390 votos. El actual sistema electoral le ha regalado 8,5 puntos más de escaños que de votos.
– Con el PP se va a crear empleo. FALSO. Entre las primeras medidas que tomará el nuevo ejecutivo estará el recorte tanto de plazas como de sueldos de funcionarios. Recortar empleo público esperando un rebrote del privado es esperar demasiado de un sector que está colosalmente endeudado por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Además, la reforma laboral, que eliminará los convenios sectoriales, permitirá despidos más fáciles y rebajas salariales, lo que se traducirá en una pérdida aún mayor de poder adquisitivo y, por tanto, en un aumento de la pobreza en España.
– El cambio de Gobierno es positivo. VERDADERO. Es necesario hacer saber a nuestros gobernantes, como se ha hecho ahora con el PSOE, que no somos militantes ni somos personas que votan ciegamente a un partido de manera incondicional. Somos ciudadanos críticos que votan en función de la gestión de un gobierno en particular. Por otra parte, es democráticamente sano que salten por los aires las estructuras de un poder alargado en el tiempo en algunos lugares, como Andalucía, para airear las instituciones.
– Los grandes vencedores del 20-N son los partidos minoritarios. VERDADERO. De hecho, son la mayor causa para no pensar que la ciudadanía española ha virado hacia la derecha de manera global. Son los partidos que rompen con el bipartidismo los que han aportado la mayor novedad a estos comicios. El Parlamento contendrá más colores que nunca, lo que evidencia un hartazgo cada vez más pujante de la ciudadanía ante las hasta ahora dos principales opciones. Eso sí: hay minorías y minorías. Los nacionalistas han optimizado sus recursos mucho más que los partidos de ámbito estatal; lo que, unido al cese de la violencia de ETA, explica el éxito de Amaiur en Euskadi. UPyD e IU (manda narices que IU siga considerándose minoría en este país) son la viva muestra de ello.
– PP y PSOE son el mismo perro con distinto collar. FALSO. Izquierda Unida ha adoptado durante esta campaña el mantra ‘PPSOE’, algo que irrita muchísimo a buena parte de la izquierda de verdad. De hecho, seguro que hubiesen captado aún más voto socialista de no haber repetido dicho eslogan hasta el hartazgo… y de no haber hecho la famosa pinza con el PP en Extremadura, claro.
– El 15-M ha quedado en un bluff. FALSO. Posiblemente esta sea la mayor falsedad de todas las aquí enumeradas. El 15-M no es un movimiento exclusivamente de izquierda, aunque su esencia sí lo sea. Nunca ha pedido el voto para ningún partido en concreto, de la misma manera que no ha pedido oficialmente la abstención ni el voto en blanco ni el voto nulo. Lo que sí ha pedido es la reflexión, el voto crítico y desechar el tiránico concepto de ‘voto útil’; o, lo que es lo mismo, ha criticado el bipartidismo. Nadie debería votar a un partido con el que no se siente identificado sólo para que no gane el otro partido que se beneficia de un sistema electoral injusto. El 15-M ha ayudado pues a matar el término ‘voto útil‘. ¿Votar a quien uno realmente considera correcto es acaso un ‘voto inútil‘?
– El voto disidente cobra fuerza. VERDADERO. Muy relacionado con el punto anterior, ha crecido ligeramente el porcentaje de voto nulo (+0,65% respecto a 2008), de voto en blanco (+0,26%) y de abstenicón (+2,16%), que en términos generales deben interpretarse como el nivel de desafección ciudanana con la política. Gran parte de ello, y sobre todo el voto en blanco, debe considerarse como una crítica al actual sistema electoral.
– España teñida de azul es lo más parecido a una dictadura. VERDADERO Y FALSO. Obviamente, si el PP ha ganado estas elecciones generales es porque la mayor parte de los votantes así lo ha querido y así lo ha expresado libremente en democracia, si bien las triquiñuelas del sistema electoral han jugado a su favor -como en su momento jugaron a favor del PSOE-. Tan cierto como que es la primera en democracia vez que un partido acumula tanto poder. Recordemos que el PP hoy gobierna en la mayoría de los ayuntamientos (44,4% frente al 30,8% socialista), la mayor parte de las comunidades autónomas (13 de 16, y a punto de ser 14 al caer en marzo el bastión andaluz) y en el Gobierno central con una mayoría absoluta holgadísima. Eso significa que no necesitará consultar a nadie para gobernar, excepto para las decisiones que requieran mayoría cualificada o reforzada.
Y ahora, a esperar que se abra el telón.