noviembre 7th
Crónica de la visita papal
7:00 h: Creo que no madrugaba -sin empalmar- tanto un domingo desde hacía años, pero la ocasión merecía la pena. Conmigo he arrastrado al pobre de mi novio, que no ha tenido otro remedio que sufrir en sus propias carnes mi activismo.
8:30 h: Salimos de casa; ya llegamos tarde. El flashmob (nunca sé si esto es un sustantivo masculino o femenino) está previsto para las nueve de la mañana en uno de los laterales de la Plaza de la Catedral, lugar del que parte a esa hora el Papamóvil para iniciar su recorrido hacia la Sagrada Familia. El plan es reunirnos un montón de parejas homosexuales para besarnos ante Benedicto XVI en protesta pacífica por la retrógada actitud hacia la homosexualidad de la secta que lidera este señor.
8:50 h: Al pasar por Via Laietana (una de las principales avenidas cortadas al efecto), compruebo que hay mucho más personal de seguridad que fieles esperando en la calle, y tomo la muestra:
8:57 h: Al llegar a la plaza, el paso cortado nos impide cruzar hasta el lugar acordado vía Facebook. En seguida me doy cuenta de que no somos los únicos a quienes les ocurre lo mismo, así que decidimos permanecer en ese lado pese a ser un grupo más minoritario. Xavi quiere meter la cabeza bajo tierra. Yo estoy deseando empezar a gritar.
9:05 h: Un fotógrafo se acerca a mí para preguntar si me molesta que me haga fotos, a lo que obviamente contesto que estoy ahí para eso.
9:15 h: Con algo de retraso, vemos salir el Papamóvil. Morreo que te crió entre clicks de cámaras.
9:16 h: El Papamóvil ha salido con retraso, lleva prisa porque los Reyes esperan en la Sagrada Familia y por eso sale a toda ostia (¡uy!) de la plaza.
9:18 h: Un chico a mi lado comienza a gritar ‘Jo no t’espero!‘. Por fin llega el estímulo que yo necesitaba. Me pongo a gritar. Nos siguen todos alrededor. Una mujer de mediana edad pasa a nuestro lado con una banderita vaticana y nos dice en catalán ‘¡Burros!’ con la boca chica (la criaturica va sola).
9:20 h: Contemplamos cómo se arma el lío en el otro lado de la plaza. El grupo mayoritario se enfrenta a los beatos con una bandera multicolor, algunas con el lema ‘Jo no t’espero’ , condones hechos globo y gritos de ‘¡Bote, bote, bote! ¡Pederasta el que no bote!‘. Los cámaras se agolpan alrededor. Las viejas intentan separar los labios de las parejas que se besan. Llegan los Mossos. Se lía parda.
9:26 h: En nuestra retirada, topamos con un grupo de gays modernos-gafapasta que portan banderitas vaticanas mientras chillan ‘¡Proteged a vuestros niños, Benedicto está aquí!’. Ni por esas el Ajuntament logra colocar todos los banderines que ha encargado con dinero público. Se quedan en las cajas a lo largo de todo el recorrido tal que así:
9:32 h: Comenzamos el camino de vuelta por la sitiada Via Laietana. Al otro lado de la calle, un grupo de jóvenes va diciendo ‘¡Esta es la juventud del Papa!’. Qué fácil es lavar cerebros en los coles.
9:45 h: Tomamos el metro de vuelta en una desierta Plaza Urquinaona.
10:10 h: Hago cola en el quiosco para hacerme con la prensa dominical entre una multitud de lectores de La Gaceta y ABC. Tengo mucho más miedo que en la plaza. Con Público regalan un DVD de Cosmos, y hoy me parece un día muy propicio para escuchar a Carl Sagan explicando cómo los cristianos quemaron la biblioteca de Alejandría.
10:23 h: Ya en casa, me enchufo a la tele e Internet. Voy a dedicarle toda la mañana a ello, con permiso de mi perrita toy recién adoptada (y sobra decir, más inteligente que muchos de los que acabo de ver en la calle). Comienzo a difundir mis impresiones en Facebook.
13:30 h: Las personas que llevan toda la mañana esperando en la calle para ver al Papa en el Papamóvil lo hacen finalmente. Unos tres segundos. Han metido el turbo. Ratzinger tiene hambre.
14:00 h: La retransmisión por TV3, que nos cuesta 800.000 euros a todos, toca su fin. Durante la misa, algunos disminuídos psíquicos sirven de propaganda a esta iglesia. Ante las protestas en el recorrido de vuelta a la catedral, la realización de la cadena catalana decide meter absurdos planos de calles llenas de policías. Los comentaristas ponen cara de azafata en aterrizaje de emergencia. Me da tantas arcadas que me planteo el exilio. Ni Goebbels en sus mejores tiempos, oiga.
14:15 h: Compruebo que la besada ya ha sido recogida en medios españoles, franceses, británicos, italianos, alemanes, argentinos… La fotografía que más trasciende es la adjunta, de la agencia EFE.
14:30 h: Empiezan los informativos nacionales. Evito Antena 3 porque tengo hambre y la acidez gástrica no me motiva nada.
15:20 h: Ya es hora de dedicarle tiempo a mi perra toy, mi gato y mi marido.
Que tengan ustedes una buena tarde, si Dios quiere. Y si no, también.
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Xavi es muy buen novio (y padre)
comment-1044
Y lo peor de todo es que, al analizar la escasa afluencia de público a este Día del Orgullo Católico, algunos medios se planteen la falta de fe sólo como una hipótesis, por detrás evidentemente de la omnipresente crisis (hace unos años sería el cambio climático). A mi, fijate, de la imagen de los besos gays que sacaron los telediarios me molesta que mientras se besan le hagan la peineta al Razinger-Z, yo pensaba que la protesta era el beso en sí, y así daba la impresión como que se descalificaban, no se… Y viendo en las primeras filas mayoritariamente a niños pequeños y adolescentes me han venido recuerdos de mi primera comunión oye, cuando rezaba por las noches antes de ir a dormir… y lo poquito que me duró la creencia oigas, pero poquito poquito…
comment-1043
Me encanta Julio.
Enhorabuena por tu activismo!!
y por el blog.
Un beso