Hoy, muchos visten marcas caras. Hoy, muchos viajan a destinos exóticos. Hoy, muchos tienen en casa la última tecnología. Hoy, muchos viven en casas que en realidad no se pueden permitir. Y aunque la crisis está devolviendo un poco a cada uno a su lugar, ya nada será lo mismo. En un mundo donde los pobres consumen como ricos y los ricos de verdad se empeñan en no parecerlo, el concepto tradicional de lujo hace aguas. Entre todos nos lo hemos cargado. Podría escribir casi un ensayo sobre el tema, pero una imagen (a veces) sí vale más que mil palabras. Ésta ilustra a la perfección mi concepto de lujo. Una hermosa playa de la costa de Almería prácticamente desierta en pleno mes de agosto. El mar. El sol. Y tiempo. Esto es lujo.