Miro al mundo y pienso el momento que nos toca vivir. Europa no es, por desgracia, el único lugar donde crece la derecha. La crisis pega duro y causa miedo, que es el mejor abono (¿o debería decir estiércol?) para el avance de los conservadores.

En Estados Unidos viven una de cal y otra de arena. Tras la victoria de Obama (quien, a pesar de no poder ser considerado de izquierdas, al lado de McCain era el Mesías), California, ese estado soleado lleno de millonarios octogenarios y aspirantes a serlo, ha dado la última bofetada conservadora. El mes pasado se confirmaron nuestras peores sospechas cuando la Corte Suprema del Estado dio el espaldarazo definitivo a la ya tristemente célebre Proposición 8. Mediante ella se suprime la posibilidad de considerar matrimonio a la unión de personas del mismo sexo y, por tanto, se les anula los derechos que conlleva tal denominación. Cae así un mazazo que arrebata a San Francisco el título de “capital de los matrimonios gays” tan ligado a esos años de plena igualdad.

Que avance la derecha quiere decir que habrá recortes en derechos sociales, entre ellos los de la comunidad LGTB. Por eso, este es el mejor momento para reavivar el activismo, en el que son los pequeños gestos los que componen la fuerza. Sergio García es la viva prueba de ello. Tiene 18 años y hace unas semanas se presentó como candidato para reina de su instituto, el Fairfax High School de Los Ángeles. Y ganó.

Sergio cuenta para este blog, en la única entrevista que ha hecho para España, cómo un adolescente anónimo ha dado una lección a la Corte Suprema. Y de paso, yo le doy otra a Pilar Urbano: esto sí es entrevistar a una reina.

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P: ¿Qué te motivó a presentarte como reina de tu instituto?

R: Decidí presentarme para reina sobre todo porque creía que era donde más encajaba mi personalidad. Fue algo muy natural para mí. Puede que también se tratase de algo competitivo, pero desde luego no era una broma. Era algo muy serio para mí, tanto como para las candidatas chicas.

P: ¿Esperabas todo el apoyo que has recibido en el instituto Fairfax?

R: No, me ha sorprendido mucho. Sabía que la gente era muy respetuosa con mi orientación sexual, pero no esto. El centro es tolerante respecto a cuestiones de raza, color y cultura. Es un gran lugar para crecer y ser aceptado siendo como en realidad eres.

P: ¿Has recibido también el apoyo de tu familia?

R: Mi familia son mi madre y mi hermano. Ellos son mi única prioridad y las únicas dos personas que realmente me importan. Son mi soporte y me apoyan en todas y cada una de mis decisiones.

P: ¿Cómo llevas la fama que te ha sobrevenido tan rápido?

R: Es casi increíble. ¿Quién me iba a decir que ser yo mismo me iba a reportar tanta popularidad? Pero espero que la gente vea algo más sobre el Sergio talentoso. El Sergio que conoce el instituto Fairfax.

P: Tu coronación ocurre justo cuando California vive un nuevo latigazo conservador. ¿Sabes lo que significa en este contexto? ¿Eres consciente de que ya eres considerado un pequeño icono en la lucha LGTB?

R: No tengo ni idea. Pero creo que es un honor el ser capaz de inspirar a la gente y de mostrar que no es necesario encasillarse en un determinado género para ser alguien.

No sé a ustedes, pero a mí me deja sin palabras. ■