marzo 17th
Tres tristes tigres

Se cumplen diez años de esta (tristemente) famosa foto. Un mal día de marzo de 2003, el Trío de las Azores decidió que Irak tenía armas de destrucción masiva y vínculos con Al Qaeda, y dio un ultimátum al dictador Sadam Hussein. Originaron entonces una guerra que desde entonces se ha cobrado la vida de más de 134.000 civiles y ha tenido un coste para el país americano de 1,3 billones de euros (que se convertirán en 4,6 durante las próximas cuatro décadas), según un estudio realizado por el Instituto Watson de Estudios Internacionales de la Universidad de Brown (Providence, EE.UU.). Una guerra que hace mucho se les fue de las manos y a la que hoy no hay manera de poner punto final.
En el caso de Bush, se le recuerda como el presidente más inepto de Estados Unidos. Tony Blair declaró a Time, cinco años después de esta foto, que la fe le había ayudado a tomar la decisión (vamos, que Dios le animó a lanzarse a organizar una masacre por pura misericordia). Y qué decir del inefable Aznar… ¿hay acaso alguien que encarne mejor el espíritu neocon?
Él se encargó de enfangar a este país en una guerra que la mayoría de los españoles rechazábamos desde el primer momento, como así demostraron las manifestaciones más multitudinarias de la década. Y esa misma gestión fue la que trajo a España (como llevó a Reino Unido en julio de 2005) el horror del terrorismo islamista: el 11-M, cuya autoría sigue siendo negada por el Partido Popular, como niegan los papeles de Bárcenas, como negaron que desmantelarían el Estado de Bienestar o como negarán la autenticidad del vídeo de nuestros soldados, faltaría más.
Diez años han pasado desde esta foto. El mundo es hoy más distinto de lo que por entonces pensaríamos que sería en 2013 (¿quién hubiera dicho que los españoles tenemos tan poca memoria y les devolveríamos el poder con creces?); mejor algunos aspectos, peor en muchos otros. Pero lo que, desde luego, resulta más complicado que en aquel 2003, es lograr captar tanta mediocridad y sed de sangre en el rostro de unos líderes occidentales con una sola instantánea.