mayo 29th
(Más) indignados

Lo vivido el pasado viernes por la mañana en Plaza Cataluña es probablemente el peor paso atrás de cuantos se están dando en estos tiempos, que ya es decir. Que las fuerzas de seguridad que en teoría deben vigilar precisamente por eso -por nuestra seguridad- ataquen de manera tan indiscriminada a las personas (reunidas pacíficamente, sin armas, con las manos en alto) que pagan su sueldo es tan indignante como todas las causas que han llevado a miles de ciudadanos a tomar las plazas públicas de toda España. No había ningún disturbio hasta que llegaron los antidisturbios. Para colmo, el conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya, Felip Puig (CiU), defiende la acción que él mandó ejecutar sin que ello tenga repercusión alguna en su puesto de trabajo pese a todas las voces que piden su inmediato cese -pueden firmar la petición aquí-. Es por este tipo de cosas que existe la necesidad de manifestarse.
Durante la pasada madrugada, los indignados han demostrado una vez más ser autosuficientes y pacíficos al evitar conflictos con quienes celebraban, también en el centro de Barcelona, la victoria del Barça en la Champions. Dicha celebración fue empleada como excusa por el gobierno de Artur Mas (CiU) en respuesta a una petición del Ayuntamiento de Barcelona (PSC)para descargar contra los manifestantes toda la violencia de los Mossos d’Esquadra. Y es que, para Xavier Trias, el alcalde electo de Barcelona que tomará posesión de su cargo el próximo 11 de junio, la acampada es, hablando en plata, un grano en el culo que quiere que solucione el alcalde en funciones, Jordi Hereu, antes de marcharse. Lo del Barça era la excusa, pero no hay que ser muy inteligente para prever que este tipo de acciones sólo consiguen reactivar el movimiento; algo que nos dice mucho del nivel intelectual de nuestros políticos.
Lo he vivido en primera persona y les puedo asegurar que la actitud de los acampados es ejemplarizante para toda la sociedad. En la acampada de Barcelona han logrado crear una ciudad en miniatura, con personal de enfermería, abogados que asisten de manera voluntaria en las asambleas, turnos de limpieza, reparto equitativo de comida, portavoces para cada una de las materias, personal encargado de informar a través de Internet… Todo el que desea hablar tiene su momento para ser escuchado, lo cual ya es mucho más de lo que ocurre en nuestro sistema. Jamás en mi vida había visto a nadie dejar un plato entero de paella sobre una mesa entre una multitud a mediodía y que nadie tocase ese plato. Jamás había visto en primera persona a nadie contestar a los porrazos de la sinrazón con flores.
Las imágenes de la brutal represión policial han traído a la mente de muchos los malos recuerdos de la dictadura, si bien algunos han soltado un «entonces sí que pegaban duro«, como si abrir la cabeza o perforar un pulmón y un bazo fuesen cosquillas. Algunos de los que entonces estaban en las barricadas hoy ocupan jugosos puestos cuyo mantenimiento les hace estar del otro lado. Porque queda muy bien alabar las revueltas árabes (que, todo sea dicho, son la inspiración para esto pero en un contexto muy diferente), pero cuando nos toca el turno a nosotros, sale a la luz toda la naftalina durmiente que cimenta este país.
Lo que más me ha irritado durante estos últimos días es la sorna que emplean aquellos que intentan desprestigiar la protesta. Ciudadanos de a pie, tan obreros como el que más, que critican a quienes están clamando por los derechos de todos, los suyos incluidos, y sin cuya actitud ellos no dispondrían de las libertades de las que hoy gozan. Personas que intentan descalificar llamándoles ‘piojosos’ cuando muchos de ellos tiene más estudios, formación, nivel cultural e inquietudes que la mitad de los vagos que se dedican a criticarlo todo de brazos cruzados. Personas que no saben lo que es comprometerse con nada. Personas que no pertenecen a ninguna generación. Personas que prefieren quejarse del mundo desde casa y que jamás harán nada por salir de la mediocridad en la que viven.
No pondré aquí las imágenes de la represión de los Mossos d’Esquadra porque ustedes ya las han visto varias veces y porque son de una obscenidad insultante. He colocado en la página en Facebook de este blog las que yo mismo hice en Plaza Cataluña el viernes. Espero que logren transmitirles el espíritu de todas esas personas que, no olvidemos, están ahí reclamando para todos nosotros un mundo mejor.
comment-993
Como decía una página de facebook: " no es violencia gratuita, la pagamos con nuestros impuestos" Pues eso, cuanto perro alimentado….
Bien por el post guapetón!
besos..Julio César Ortega está escribiendo….