octubre 7th
Ricos y famoS.O.S.
Me encantan las meriendas en casa en compañía. Es algo muy de abuelas o muy rollo Tupperware, lo sé, pero qué le vamos a hacer… Hace pocos días, durante una merienda, discutía con unos amigos sobre el hecho de que las celebrities donen dinero a causas benéficas. Son muy conocidas las fiestas, subastas y otras reuniones en la que los famosos y algunos miembros de la llamada alta sociedad van a demostrar lo solidarios que son. Y claro, todo el mundo se ha planteado alguna vez si lo hacen porque realmente les preocupa la causa a la que contribuyen o es sólo por quedar bien ante los demás.
Este asunto ya es viejo; bien conocidas son las aportaciones económicas de personalidades como Elton John a la lucha contra el SIDA o las de Angelina Jolie a los refugiados, por poner un par de ejemplos. Pero desde hace algunos años, la tendencia se ha extendido al ámbito empresarial. Me explico. No hay empresa grande que hoy no contemple en su management lo que en argot se conoce como RSC (Responsabilidad Social Corporativa), cosas del naming (nominación, siguiendo este maravilloso léxico): si inventas el término, parece que inventas el concepto. En realidad esto ya se practicaba en el siglo XIX y hasta hoy todo Dios lo conocía como ‘filantropía’, con matices, pero dejémonos de historias. El término alude tanto a los sistemas de gestión internos como a los externos -en los que aquí me centro- comprometidos con aspectos de la sociedad de la que nacen y de la que participan poderosamente. Quien más y quien menos alardea de preocuparse por el hambre en África o por el cambio climático, así vendas neveras o margarina.
Lo cierto es que esta práctica es mucho más trascendente de lo que parece a simple vista, y ha sido regulada e intitucionalizada incluso por las Naciones Unidas. Las grandes corporaciones ya disponen de comisiones y cuentan con observatorios de RSC. Muchas de ellas crean ‘fundaciones’ (Fundación La Caixa, Fundación Mapfre, Fundación Telefónica…), a través de las cuales canalizan buena parte de este tipo de actividades.
Pues bien, la RSC, al igual que el patrocinio o el mecenazgo, puede considerarse un subproducto del marketing social. ¿Y esto qué es? Básicamente, consiste en que las empresas asumen y promocionan causas sociales en el marco de su cultura corporativa. No importa la causa, desde becas a estudiantes hasta reducción de emisiones tóxicas a la atmósfera. Toda la sociedad acoge con gusto estas iniciativas, pero importan especialmente sus clientes -de hecho o potenciales- e inversores. Obviamente, al director de marketing de Starbucks (por poner una que tiene muy presente su RSC allá donde va, como muestra este informe) se la refanfinflan los recolectores de los cafetales de África, pero quienes sí le interesan son todas esas personitas que reaccionarán positivamente ante la marca Starbucks al enterarse de lo buenos que son. Y claro, asociarán Starbucks al buen hacer, a la responsabilidad, el desarrollo sostenible y todo eso; lo cual se traduce en una actitud favorable hacia la marca. Y he aquí el quid de la cuestión. El tema da para muchos libros, pero simplificando, digamos que una marca vale lo que la sociedad opina de ella.
El tema es, ¿deberían hacerlo de espaldas a la galería, contribuyendo y punto, o lo que realmente importa es que ayuden, no importa cómo? Yo tengo una postura muy clara ante esto. Ahora, informaos, pensadlo y juzgad. Y ya hablaremos.
comment-1407
Holeeeeeeeee!!!!!!!!!
Ya veo que has aprovechado la conversación sobre madona, eh, perra!! A mí , personalmente me parece patético como aprovechan el tirón que tienen las causas benéficas para sacar ellos provecho, porque al final lo que consiguen ellos es ganar más dinero. Aunque lo que hagan esté bien, me parece reprochable venderlo de la manera en que lo hacen. ¿A ti qué te parece? No te has mojado!!!
Pablo
comment-1406
Pues la verdad es que a mi todas estas donaciones, estos actos a favor de la beneficencia me parecen bien ya que, ¿por qué buscar 3 pies al gato?.
La verdad es que yo más que centrarme en si el cantante, actor, o celebrity en general cree en la causa, me fijo en si lo que hace ayuda. Más que una cuestión moral lo veo como principalmente lo que es, una aportación económica.
La celebrity decide donde y cuando dona su dinero. Así que más que averiguar los motivos de esa donación me fijo en lo mucho (o poco) que ha podido ayudar con ese acto benéfico. Y si se saca un dinerillo extra mejor para él, ya que quizas en un futuro próximo pueda repetir.
comment-1405
Hola Julio! He encontrado tu blog leyendo una noticia de El País y me he alegrado saber que alguien conocido publique en ese medio.
Si no sabes quien te habla, soy Paco, de Granada, fuimos compañeros en la facultad.
El tema de ‘Ricos y famosos’ es bastante interesante: en el fondo yo creo que hay una gran parte de postureo de los famosos para parecer solidarios, tienen tanto dinero, muchas veces, que tienen que venderse como filántropos o como «personas comprometidas» que es un gran tópico. Creo que en mi blog escribí hace tiempo sobre ese tema… creo.
En fin, te mando un saludo desde la ventosa Granada.
PAco
comment-1404
Habéis hecho comentarios sobre la actitud de las celebridades, pero no sobre las empresas, hacia donde quería orientar el tema. Sobre mi opinión al respecto, próximamente escribiré un post sobre ello, poniendo un ejemplo donde dejaré claro mi punto de vista.
¡Gracias a todos los que participáis aquí!
comment-1403
Es que, si no se cuelgan la medalla, no les interesa
comment-1381
pero bueno vamos a ver una cosa, qu emas le da a la gente que se beneficia del dinero(en africa, en ruanda,,etc) cómo y el porque les llegue el dinero? estas diciendo que ellos no se beneficiarian de él al saber que se hace por puro marketing? no lo veo logico, aqui no importa si lo hacen por vender o por aparentar, eso, para la gente necesitada es mas que secundario.
txai
comment-1380
A ver, Txai, no hablo desde el punto de vista de los beneficiados (niños en África, seropositivos, mujeres con cáncer, animales en peligro de extinción…); obviamente a ellos les da igual de dónde venga ese dinero. Hablo desde un punto de vista más global. De todos modos, retomaré el tema de la RSC en un próximo post.